Estaba un niño jugando con un globo, y se le cayó en el inodoro. Como le dió asco meter la mano, perdió las ganas de seguir jugando y el muy webón dejó el globo ahí mismo.

Al rato llega el tata, con ganas de echarse una suculenta cagada de aquellas, con La Nación del domingo bajo el brazo, ni se da cuenta del globo que dejó su hijo y se sienta.

Dos horas después, ya leído todo el periódico, el Viva, Económicos, Proa, Deportes y hasta la Teleguía; el tipo se levanta y ve el inodoro con mierda hasta el borde.

- ¡¡¡Por Dios!!! ¡Cómo cagué! ¡Que cantidad de mierda!

Asustadísimo, corre al teléfono y llama a su médico. El doctor no puede creer lo que esta escuchando, y avisa que va inmediatamente a ver el caso "in-situ". Cuando llega a la casa, el doctor es llevado a ver la evidencia. Y también se asusta.

- ¡¡¡ No joda !!! Pero la cagada lleno todo el escusado, ¡eso es lo que se llama una cagada salvaje! Seguro que te embarraste todo el culo...

- Sin chistes, Doctor. Estoy desesperado, ¿qué será lo que tengo?

- Todavía no sé. Necesito examinar las heces.

El médico saca una espátula de su maletín para colectar un poco de materia fecal. Pero apenas toca la montaña de mierda, el globo explota y vuela mierda para todos lados. Estupefacto, el médico mira a su paciente, totalmente cubierto de mierda y dice, expresivo:

- Sinceramente, he visto muchas cosas en mi vida... pero... ¡un pedo con cáscara supera todo!

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