La violencia como un medio para alcanzar un fin bueno
02 April 2007
Este es un texto que escribí para un curso de Generales en la UCR, siempre gozé de llevarle la contraria a los profesores, trataron de lavarme el cerebro, pero no pudieron conmigo... Si no quien sabe ahí andaría protestando contra el TLC!!!
Como dice Rodrigo: "Si el ICE es de todos que vendan mi parte!!!!"
La conciencia moral es la capacidad de entendimiento por la que el ser humano sabe lo que hace y juzga si está bien o mal hecho. La misma, razona elaborando un silogismo con dos premisas y una conclusión, pero son juicios objetivos, racionales que no siempre coinciden con los sentimientos que provocan. Y; además, existen factores que influyen en estas decisiones. En el caso de la defensa del uso de la violencia sirve el hecho de que “Tengo que defender lo mío con todos mis medios” y “Un medio a mi alcance es la violencia”.
Los sentimientos son elementos no racionales, como pueden ser tendencias y razonamientos morales; que, son utilizados por la conciencia para provocar nociones favorables al bien y opuestos al mal. Los sentimientos son distintos de los razonamientos y pueden provocar que la conciencia moral no concluya correctamente.
Por otro lado, están los aspectos sociales, quizás los más influyentes, que son elementos de procedencia social que han recibido los individuos mediante la educación y la presión ambiental. Todos sabemos que la educación forma al hombre y le comunica ideas y costumbres que puede facilitar al razonamiento moral o pueden oscurecerlo. Pero, ¿cómo podríamos juzgar a un individuo por lo que hace, por lo que siente es lo correcto? Un ejemplo sería una persona que se desenvuelve en un medio agresivo donde la fuerza se utiliza para conseguir fines de forma mecánica. La persona en cuestión crecerá aceptando que la violencia es un medio totalmente válido sin siquiera someterlo a un escrutinio moral.
Filosóficamente, sólo en la ética telelógica sería válida la violencia para alcanzar un fin bueno, en este caso la felicidad. Esta es la ciencia o doctrina que trata de explicar el universo en términos de finales o causas finales. Se basa en la proposición de que el universo tiene una intención y un propósito.
Y es que ¿cómo no defender lo nuestro con todos nuestros medios? Posiblemente es por esto que en los ultimos tiempos se ha visto incrementado los niveles de violencia en el mundo. Como hemos visto, existen factores sociales, políticos y religiosos que determinan los niveles de violencia en una comunidad, un país o el mundo. El descontento social puede ser factor determinante para el surgimieto de violencia en las calles. Además la sed de poder del hombre, lo han llevado por caminos llenos de guerras y sangre. Pero históricamente la razón que ha generado más violencia es la diferencia de conceptos religiosos.
Los investigadores identifican tres categorías amplias de violencia urbana relevantes para analizar los efectos de los conflictos urbanos:
1. La violencia política, tanto la dirigida contra el Estado como la ejercida por el Estado contra sus agresores.
2. La violencia comunal o étnica.
3. La violencia criminal y anómica.
Las dos primeras categorías son especialmente notables en las ciudades de los países en desarrollo, donde la insatisfacción por el desempeño del Estado conduce con mayor frecuencia a disturbios, insurrecciones, revoluciones o a la guerra civil. También debemos incluir en esta categoría las tácticas represivas que el Estado puede emplear para combatir todo desafío a su autoridad o para impedir que ocurra.
La segunda categoría de violencia urbana está relacionada con los enfrentamientos entre grupos étnicos o religiosos rivales y es cada vez más conspicua en el mundo actual. Tales rivalidades implican a menudo la percepción de desigualdades en el acceso a oportunidades políticas y económicas. Sudáfrica, Pakistán y la India constituyen tres ejemplos de países seriamente afectados por este tipo de conflictos urbanos.
Ahora viendo las cosas, por un momento, desde un plano general, ¿Es la violencia válida? Si se acepta que la vida de una persona es igual a la de otro semejante y que vale la pena por tanto matar a una persona para salvar la de dos entonces la violencia sería un medio válido en el caso de que salvaguardara a la mayoría. Sin embargo este es un caso ideal en el que todas las personas son iguales (que es lo que busca la democracia). En la vida real hay gente más capaz que otra, con unas cualidades especiales y que hacen mayor bien al prójimo. Por consiguiente ¿sería nuestro deber matar a una buena persona a favor de dos malas personas? Es curioso ver como la sociedad acepta la muerte de miles como simples números, pero la muerte de uno, sí es una tragedia.
Define y defiende el uso de la violencia la famosa frase que Maquiavelo puso en su libro “El príncipe”: “El fin justifica los medios”. Cualquier medio puede ser utilizado mientras el fin sea correcto. Esto último no excluye que sólo sea correcto para una persona, el fin puede ser perfectamente egoísta o incluso ambiguo y abstracto para mayor provecho de la persona. Esta frase es muy utilizada a su vez en el caso de la legitimización del poder y de medidas tomadas en dictaduras o fanatismos. Un ejemplo es el de, la muy amada, Iglesia Católica; que en busca de un fin, evangelizar o proclamar el nombre de Dios, durante la colonia y las cruzadas, cometió crímenes de los peores que ha visto la humanidad. Y todo porque el fin justifica los medios.
Como se ya se mencionó, los factores sociales son los que más influyen para decidir si una acción es correcta o no; también que si se desea algo, o es necesario para una mayoría, no importa como se haga. Pero no queda completamente claro, que sucede, si lo que se desea es correcto para alguien y para otra persona no. Lastimosamente, es aquí donde recae el peso de la sociedad, y en el caso de la nuestra, el peso de la religión. Los siete pecados capitales de la iglesia Católica son: avaricia, orgullo, envidia, ira, gula, lujuria y pereza. Pero cada una de estos “pecados” procuran una satisfacción física, mental o emocional. Por lo que tendrian un fin correcto. Pero no son “socialmente” correctos. Mas, que tiene de reprobable el ser avaricioso, y es que ello no significa otra cosa sino que desear más de lo que ya se tiene. La envidia representa considerar favorablemente lo que los otros poseen y aspirar a tener las mismas cosas.
La envidia y la avaricia son las fuerzas que originan la ambición, y sin ambición nadie podría llegar a realizar algo verdaderamente importante.
La gula es simplemente comer más de lo que uno necesita para mantenerse vivo. Cuando uno ha comido en exceso hasta llegar a hacerse obeso, otro pecado -e1 orgullo- nos llevará a adquirir un aspecto capaz de hacernos recuperar el respeto a nosotros mismos.
Todo aquel que compra una prenda de vestir con otro objeto que no sea el de cubrir su cuerpo y el de protegerse de los elementos naturales, se hace culpable de orgullo.
El mostrarse reacio a levantarse por la mañana es hacerse culpable de pereza, y cuando se permanece bastante tiempo en la cama, uno puede encontrarse cometiendo un nuevo pecado: el pecado de la lujuria. Sentir la más leve agitación del deseo sexual es incurrir en el pecado de la lujuria. Al objeto de asegurar la propagación de la especie, la naturaleza ha hecho de la lujuria el segundo instinto más poderoso. El primero es el instinto de conservación, dándose cuenta de esto, la iglesia Católica hace de la fornicación, "el pecado original". De este modo, tiene la absoluta certeza de que nadie podrá escapar del pecado, El mismo hecho de que existamos es la consecuencia de un pecador ¡el pecado original!
El instinto más fuerte en todos los seres vivos es el instinto de conservación, lo cual nos lleva al último de los siete pecados mortales: la ira. ¿No es nuestro instinto de conservación el que entra en juego cuando alguien nos perjudica de tal modo que nos encolerizamos lo suficiente como para protegemos de ataques ulteriores? “¡Si un hombre te abofetea en la mejilla, abofetéale en la otra!”. Que ningún ultraje quede sin castigar, y apoya el retorno de la Lex Talionis Romana, que el castigo iguale en naturaleza y grado al crimen. Para lograr esto, nos complacería ver una institución de una fuerza de policía de élite, una especie de SchutzStaffel, de hombres y mujeres en su condición física y mental más elevada, entrenados en las técnicas más avanzadas de combatir el crimen quienes estarían equipados para erradicar la plaga que convierte a nuestras ciudades en poco menos que selvas de concreto. El hombre es una criatura social y hace su contrato social con sus semejantes, así se establecen reglas de conducta para permitir el máximo de libertad para la interacción de los individuos. El desobedecer esas reglas llevaría consigo un castigo rápido y seguro, y lo más probable, público. Esto no significa la encarcelación de individuos en instituciones a expensas de las víctimas en la llamada "rehabilitación". No, Estos criminales deben ser de alguna utilidad, tal vez obligados a trabajar para limpiar el ambiente que ha sido tan descuidadamente asentado sobre el dominio de una filosofía que ve al hombre como un ser superior a las otras criaturas vivientes. El hombre es un animal, y debe volver a actuar como uno. La violencia, no debe solamente, ser usada para provecho personal, sino también para castigar a quienes lo ameriten.
En realidad, todo este silogismo, debe ser personal, y debemos tratar de salir de esta burbuja religiosa y social, que nos tiene apricionados, no nos permite escoger con facilidad y nos encierra en un mundo donde todo es malo, donde satisfacer nuestros deseos es “pecado” y donde buscar como defender lo poco que tenemos, por el momento y hasta que se valore y se respete la opinión de cada persona, va a ser mediante la violencia, “La violencia es un medio a nuestro alcance”. Luchemos por defender lo nuestro, “El fin justifica los medios”…
Como dice Rodrigo: "Si el ICE es de todos que vendan mi parte!!!!"
La conciencia moral es la capacidad de entendimiento por la que el ser humano sabe lo que hace y juzga si está bien o mal hecho. La misma, razona elaborando un silogismo con dos premisas y una conclusión, pero son juicios objetivos, racionales que no siempre coinciden con los sentimientos que provocan. Y; además, existen factores que influyen en estas decisiones. En el caso de la defensa del uso de la violencia sirve el hecho de que “Tengo que defender lo mío con todos mis medios” y “Un medio a mi alcance es la violencia”.
Los sentimientos son elementos no racionales, como pueden ser tendencias y razonamientos morales; que, son utilizados por la conciencia para provocar nociones favorables al bien y opuestos al mal. Los sentimientos son distintos de los razonamientos y pueden provocar que la conciencia moral no concluya correctamente.
Por otro lado, están los aspectos sociales, quizás los más influyentes, que son elementos de procedencia social que han recibido los individuos mediante la educación y la presión ambiental. Todos sabemos que la educación forma al hombre y le comunica ideas y costumbres que puede facilitar al razonamiento moral o pueden oscurecerlo. Pero, ¿cómo podríamos juzgar a un individuo por lo que hace, por lo que siente es lo correcto? Un ejemplo sería una persona que se desenvuelve en un medio agresivo donde la fuerza se utiliza para conseguir fines de forma mecánica. La persona en cuestión crecerá aceptando que la violencia es un medio totalmente válido sin siquiera someterlo a un escrutinio moral.
Filosóficamente, sólo en la ética telelógica sería válida la violencia para alcanzar un fin bueno, en este caso la felicidad. Esta es la ciencia o doctrina que trata de explicar el universo en términos de finales o causas finales. Se basa en la proposición de que el universo tiene una intención y un propósito.
Y es que ¿cómo no defender lo nuestro con todos nuestros medios? Posiblemente es por esto que en los ultimos tiempos se ha visto incrementado los niveles de violencia en el mundo. Como hemos visto, existen factores sociales, políticos y religiosos que determinan los niveles de violencia en una comunidad, un país o el mundo. El descontento social puede ser factor determinante para el surgimieto de violencia en las calles. Además la sed de poder del hombre, lo han llevado por caminos llenos de guerras y sangre. Pero históricamente la razón que ha generado más violencia es la diferencia de conceptos religiosos.
Los investigadores identifican tres categorías amplias de violencia urbana relevantes para analizar los efectos de los conflictos urbanos:
1. La violencia política, tanto la dirigida contra el Estado como la ejercida por el Estado contra sus agresores.
2. La violencia comunal o étnica.
3. La violencia criminal y anómica.
Las dos primeras categorías son especialmente notables en las ciudades de los países en desarrollo, donde la insatisfacción por el desempeño del Estado conduce con mayor frecuencia a disturbios, insurrecciones, revoluciones o a la guerra civil. También debemos incluir en esta categoría las tácticas represivas que el Estado puede emplear para combatir todo desafío a su autoridad o para impedir que ocurra.
La segunda categoría de violencia urbana está relacionada con los enfrentamientos entre grupos étnicos o religiosos rivales y es cada vez más conspicua en el mundo actual. Tales rivalidades implican a menudo la percepción de desigualdades en el acceso a oportunidades políticas y económicas. Sudáfrica, Pakistán y la India constituyen tres ejemplos de países seriamente afectados por este tipo de conflictos urbanos.
Ahora viendo las cosas, por un momento, desde un plano general, ¿Es la violencia válida? Si se acepta que la vida de una persona es igual a la de otro semejante y que vale la pena por tanto matar a una persona para salvar la de dos entonces la violencia sería un medio válido en el caso de que salvaguardara a la mayoría. Sin embargo este es un caso ideal en el que todas las personas son iguales (que es lo que busca la democracia). En la vida real hay gente más capaz que otra, con unas cualidades especiales y que hacen mayor bien al prójimo. Por consiguiente ¿sería nuestro deber matar a una buena persona a favor de dos malas personas? Es curioso ver como la sociedad acepta la muerte de miles como simples números, pero la muerte de uno, sí es una tragedia.
Define y defiende el uso de la violencia la famosa frase que Maquiavelo puso en su libro “El príncipe”: “El fin justifica los medios”. Cualquier medio puede ser utilizado mientras el fin sea correcto. Esto último no excluye que sólo sea correcto para una persona, el fin puede ser perfectamente egoísta o incluso ambiguo y abstracto para mayor provecho de la persona. Esta frase es muy utilizada a su vez en el caso de la legitimización del poder y de medidas tomadas en dictaduras o fanatismos. Un ejemplo es el de, la muy amada, Iglesia Católica; que en busca de un fin, evangelizar o proclamar el nombre de Dios, durante la colonia y las cruzadas, cometió crímenes de los peores que ha visto la humanidad. Y todo porque el fin justifica los medios.
Como se ya se mencionó, los factores sociales son los que más influyen para decidir si una acción es correcta o no; también que si se desea algo, o es necesario para una mayoría, no importa como se haga. Pero no queda completamente claro, que sucede, si lo que se desea es correcto para alguien y para otra persona no. Lastimosamente, es aquí donde recae el peso de la sociedad, y en el caso de la nuestra, el peso de la religión. Los siete pecados capitales de la iglesia Católica son: avaricia, orgullo, envidia, ira, gula, lujuria y pereza. Pero cada una de estos “pecados” procuran una satisfacción física, mental o emocional. Por lo que tendrian un fin correcto. Pero no son “socialmente” correctos. Mas, que tiene de reprobable el ser avaricioso, y es que ello no significa otra cosa sino que desear más de lo que ya se tiene. La envidia representa considerar favorablemente lo que los otros poseen y aspirar a tener las mismas cosas.
La envidia y la avaricia son las fuerzas que originan la ambición, y sin ambición nadie podría llegar a realizar algo verdaderamente importante.
La gula es simplemente comer más de lo que uno necesita para mantenerse vivo. Cuando uno ha comido en exceso hasta llegar a hacerse obeso, otro pecado -e1 orgullo- nos llevará a adquirir un aspecto capaz de hacernos recuperar el respeto a nosotros mismos.
Todo aquel que compra una prenda de vestir con otro objeto que no sea el de cubrir su cuerpo y el de protegerse de los elementos naturales, se hace culpable de orgullo.
El mostrarse reacio a levantarse por la mañana es hacerse culpable de pereza, y cuando se permanece bastante tiempo en la cama, uno puede encontrarse cometiendo un nuevo pecado: el pecado de la lujuria. Sentir la más leve agitación del deseo sexual es incurrir en el pecado de la lujuria. Al objeto de asegurar la propagación de la especie, la naturaleza ha hecho de la lujuria el segundo instinto más poderoso. El primero es el instinto de conservación, dándose cuenta de esto, la iglesia Católica hace de la fornicación, "el pecado original". De este modo, tiene la absoluta certeza de que nadie podrá escapar del pecado, El mismo hecho de que existamos es la consecuencia de un pecador ¡el pecado original!
El instinto más fuerte en todos los seres vivos es el instinto de conservación, lo cual nos lleva al último de los siete pecados mortales: la ira. ¿No es nuestro instinto de conservación el que entra en juego cuando alguien nos perjudica de tal modo que nos encolerizamos lo suficiente como para protegemos de ataques ulteriores? “¡Si un hombre te abofetea en la mejilla, abofetéale en la otra!”. Que ningún ultraje quede sin castigar, y apoya el retorno de la Lex Talionis Romana, que el castigo iguale en naturaleza y grado al crimen. Para lograr esto, nos complacería ver una institución de una fuerza de policía de élite, una especie de SchutzStaffel, de hombres y mujeres en su condición física y mental más elevada, entrenados en las técnicas más avanzadas de combatir el crimen quienes estarían equipados para erradicar la plaga que convierte a nuestras ciudades en poco menos que selvas de concreto. El hombre es una criatura social y hace su contrato social con sus semejantes, así se establecen reglas de conducta para permitir el máximo de libertad para la interacción de los individuos. El desobedecer esas reglas llevaría consigo un castigo rápido y seguro, y lo más probable, público. Esto no significa la encarcelación de individuos en instituciones a expensas de las víctimas en la llamada "rehabilitación". No, Estos criminales deben ser de alguna utilidad, tal vez obligados a trabajar para limpiar el ambiente que ha sido tan descuidadamente asentado sobre el dominio de una filosofía que ve al hombre como un ser superior a las otras criaturas vivientes. El hombre es un animal, y debe volver a actuar como uno. La violencia, no debe solamente, ser usada para provecho personal, sino también para castigar a quienes lo ameriten.
En realidad, todo este silogismo, debe ser personal, y debemos tratar de salir de esta burbuja religiosa y social, que nos tiene apricionados, no nos permite escoger con facilidad y nos encierra en un mundo donde todo es malo, donde satisfacer nuestros deseos es “pecado” y donde buscar como defender lo poco que tenemos, por el momento y hasta que se valore y se respete la opinión de cada persona, va a ser mediante la violencia, “La violencia es un medio a nuestro alcance”. Luchemos por defender lo nuestro, “El fin justifica los medios”…
Maeeeeeeee que hablada de paaaaaaaaajaaaaaa---
Jejeje, no, pero esta bueno... Mentira, no lo leí... El azul es muy cjillón y mis ojos no dan...